Robótica
Taller 1: ¡Música con nuestros pies!
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Este es un taller que tiene como objetivo principal acercar a los niños a la robótica y a las tic para desarrollar su pensamiento computacional y el lenguaje de programación. En la sociedad en la que vivimos las tic forman parte de nuestro día a día, y posibilitar que nuestros alumnos y alumnas las usen para acceder a la información, desarrollar su proceso de enseñanza- aprendizaje y potenciar habilidades como el trabajo en equipo, el aprendizaje entre iguales o la cooperación, es la razón por la cual llevamos a cabo este taller.
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En el primer taller de este curso utilizamos la placa makey makey, la cual es un dispositivo electrónico que nos permite migrar las teclas del ordenador a cualquier material conductor.
Con esto construimos un piano enorme el cual conectamos al software del ordenador que makey makey tiene en su página, y ¡a tocar!
Con esta actividad trabajamos sobre todo el desarrollo de las sensaciones y el ritmo, al pedirles que se descalzaran y sintiesen las teclas, pero también desarrollamos el trabajo en equipo y la conciencia de grupo, ya que les pedíamos que se agarraran de las manos y fueran conscientes de que si se soltaban el circuito eléctrico se perdía y no podían hacer sonar el piano.
De este modo no solo trabajamos la música, sino también la lógica, ya que han de descubrir por qué no suena, el trabajo en equipo al tener que estar todos coordinados, y por supuesto, la creatividad al darle rienda suelta a sus composiciones musicales.
Con la misma metodología utilizamos agua y nuestras manos para seguir tocando con el piano.
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Taller 2: Creatividad y robótica
El último taller tenía como objetivo principal desarrollar la creatividad en nuestros niños a través del uso de la robótica.
Creamos 4 estaciones en las cuales les propusimos por equipos diferentes tareas, y cada equipo iba rotando en tiempos de 10 minutos.
La primera estación era la de las carreteras de colores con el ozobot. Los ozobots son unos pequeños robots que permiten que dibujemos con rotuladores de colores gordos y sigan las líneas. Tienen muchas más posibilidades pero para iniciarnos en el uso del robot planteamos una tarea muy sencilla. De esta manera sobre un papel continuo invitamos a nuestros niños y niñas a pintar con los rotuladores haciendo carreteras, pero como la creatividad era la base de la actividad pronto vimos cómo se dibujaban letras, corazones o incluso figuras abstractas.
La segunda estación probamos escornabots, unos robots parecidos a bee bot, y con unos tableros de números nos dividíamos en dos equipos y jugábamos a ir al número que salía al sumar los dos dados que debíamos de lanzar. Podíamos elegir el camino que quisiésemos. Creatividad al poder.
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La tercera estación convertimos a bee bot en un auténtico artista, ya que le colocamos una pieza 3d que diseñó un amigo e imprimió en una impresora 3d, que permitía colocar los rotuladores que tenemos en clase. Así pintaba con dos colores a la vez al programarlo y cuando giraba se mezclaban los colores. Libremente iban moviendo a bee bot por el papel continuo creándose un cuadro chulísimo.
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La última estación utilizamos a escornabot para viajar a través de una carretera de construcciones que íbamos creando entre todos. No había reglas, la única premisa es que tenía que ir del rincón de la casita de la clase de la seño Isabel hasta su puerta. Curvas, rectas, puentes, todo estaba permitido.
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